viernes, 30 de octubre de 2009

Hallo....¿¿¿¿¿qué????


Quizás aquellos/as que me lean pensarán que soy un ......... no sé, pueden decirme lo que quieran menos racista porque no lo soy, todo lo contrario. Que se le ocurra lo que quiera a quien quiera pero me parece un pecado, y no capital, que la fiesta de halloween se esté introduciendo en esta tierra de esa forma tan alarmante. No es nuestra fiesta, nunca los niños, al menos los de mi edad, salieron esa noche a pedir caramelos por las casas porque los caramelos los echaban los Reyes Magos, en esas cabalgatas interminables, y no esa bola roja con barbas que ahora ya es casi imposible echar de nuestras vidas. No quiero renos, quiero camellos y no quiero disfraces ahora, para eso tengo ahí al lado los mejores carnavales del mundo, los de Cádiz, y son para eso, para disfrazarlos. Me da rabia ver como los americanos del Norte introducen sus fiestas en nuestras vidas por simple mercado, porque ellos no son capaces de llevarse nuestras ferias, nuestros carnavales, nuestra semana santa, ni nuestros, aunque yo sea republicano, amados Reyes Magos. Así que dejemos a cada cosa en su sitio, que los que lleven esta fiesta arraigada en su sangre lo festejen pero el resto, como nosotros, que siga siendo el mismo día de recogimiento familiar como se ha hecho siempre.

lunes, 26 de octubre de 2009

Cambio de vida

El hombre luce una inquietante sonrisa. A pesar de todas las desgracias que han acaecido en su vida hasta dejarlo en la ruina dos veces, ahora, detrás de esa cristalera, él mantiene una sonrisa en sus amoratados labios y blanquecino rostro que nunca había esbozado. Quizás sea eso, ese tránsito de una a otra vida y el saber que dejará atrás todos sus infortunios acumulados lo que le haya servido para ganar una sonrisa perenne en el tiempo.

Juan, tumbado en un féretro, sabe que es ésta su única oportunidad para dejar atrás sus desgracias, no puede dejar de sonreír.

jueves, 22 de octubre de 2009

El valle

Cielos, cómo brilla hoy el valle, mirad, es como si una capa de rocío cubriese todos los cerezos. La pequeña bajó del coche y corrió a un refugio que había para mirar el valle desde arriba, en el puente que lo cruzaba. Sin acercarse al precipicio, observó la hermosura de la alfombra que corría bajo ella. Su padre se colocó detrás y le susurró que no tuviese miedo, que él la protegería siempre.

De ésto hace ya tres años y desde entonces, cada domingo, cuando florece el Jerte, ella viene a ese mismo puente y con sus lágrimas da brillo a los cerezos.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Embarazo deseado


Era la primera vez que la abogada salía de su casa después de haber recibido un panfleto de extorsión exigiéndole el temido impuesto revolucionario, en el que les pedían una gran cantidad de dinero a cambio de no dañar a nadie de su familia. El plazo para el pago caducaba ese mismo día pero la abogada estaba tan ilusionada que no quiso dejar pasar la visita al médico, dispuesta desde hacía tiempo, desde que supo que estaba embarazada del que sería su primer y esperado hijo. Habló con su ginecólogo de lo que le había ocurrido con esa carta y que como resolución habían decidido no pagar. El hombre le dijo que era lo mejor, que no se dejase extorsionar. Ella vio como su ginecólogo cogía una jeringuilla y la llenaba de un líquido amarillo. Al día siguiente, junto con un líquido ambarino, orinaba algo parecido a un feto.

sábado, 3 de octubre de 2009

La noche perfecta


Fresca, brillante, antihistamínica. Así le recibió la luna. Una noche dotada de hermosura para hacer lo que más le gustaba. Se bajó en uno de los barrios más pobres de la ciudad, pagó al cochero y se desvaneció entre los reflejos de su luna. Sabía que las prostitutas andarían locas buscando carne humana para hacerse con algo de fortuna para comer. Vio una a lo lejos. Era su presa perfecta. Andaba sola y por los tumbos que daba entendía que podía estar ebria. Se acercó a ella y le propuso sexo. Mañana, en todos los periódicos, otro titular hablaría del destripador.