jueves, 29 de enero de 2009

Para ellos

Para mi amigo Antonio que me lo pidió y, por supuesto, para todos aquellos que defendieron su vida con las palabras y no con las armas, para l@s niñ@s que murieron y seguirán muriendo en este mundo tan progresista por culpa de una maldita bala, para aquellos que alguna vez se pintaron la mano de blanco y no de rojo, para aquellos que alguna vez sintieron doblegados sus ideales por unos pesados grilletes sobre sus muñecas, para aquellos que lanzaron sus gritos de dolor más lejos que los misiles que los asesinaban, para todos aquellos padres que tuvieron que soportar sobre sus manos calientes el cuerpo frío de su hijo, para todos aquellos que alguna vez dijeron NO al sistema implantado y sobre todo, para aquellos que siguen creyendo que aún se puede vivir sin matar.


martes, 27 de enero de 2009

Pensé.........

Pensé, triste de mí, pensar en estos tiempos en los que el razonamiento está tan lejos de la realidad como cualquier dios de mi corazón, pensé que si pudiera......, ¿saben?, si pudiera hacer lo que quisiera volvería atrás, donde habitan los sueños, donde no pernocta ni la maldad ni el abuso, volvería a aquella casa donde conocí a mi primer amor, donde el tiempo no es sino una vasija que se llena y se vacia una y otra vez sin que se perturbe ni la sombra del eucalipto, siempre firme a mi lado, ni la paz que genera los ojos de la anciana que atendía mis peticiones sin concesiones, siempre con su toca negra sobre su espalda. Si pudiera volvería y ayudaría a pintar aquella tabla de verdes diferentes cubriendo el marrón de la fina arena, firmando con la azada el camino del agua que alimenta la tierra, el ganado y sacia la sed del pintor con su gorra negra tendido sobre la acequia. Si pudiera, si pudiera me haría viento para mecer la paz del eucalipto y cautivar los ojos de la anciana que mira como me llevo su negra toca. Si pudiera me haría agua y bajaría por el camino que me marca la azada para refrescar las acequias verdes y el alma del pintor recostado sobre la arena.

domingo, 25 de enero de 2009

El Chivo, dictador dominicano



Increíblemente cierto, tan cierto como todas las fatídicas historias que desdibujan el lienzo de nuestra historia con pinceladas de horror, maquinadas por esos malditos dictadores de pensamientos oscuros y de talle corto y disfrazados en sus defectos más inhumanos.


Rafael Leónidas Trujillo Molina, apodado el Chivo, un dictador dominicano que alcanzó sus días más gloriosos de la mano de los americanos, no podía ser de otra manera, y los días más angustiosos para el pueblo dominicano y haití, concibió en su malevólica mente la idea de hacer de su pueblo una raza más clara de piel, quiso "blanquear" a su pueblo con un cambio de genes con personas de piel blanca. Para ello se desplazó a Francia y con vanas escusas dio asilo a los refugiados judíos que huían de Alemania. Ofreció acoger a cien mil judíos para cruzarlos en mestizaje y así crear una raza más blanca, más pura según sus razonamientos. Mientras ofrecía asilo político a los judíos asesinaba sin control a los de piel oscura, llegando a asesinar a más de veinte y dos mil personas y torturando a todo aquél que ofreciese oposición a su mandato. Después de muerto el dictador se supo que tenía centros de torturas en los que perros adiestrados arrancaban a mordiscos los genitales de los presos políticos masculinos y a las personas de las que quería deshacerse las echaban al mar para dar comida a los tiburones. Lo mejor que pudo pasar al pueblo dominicano y al mundo es que este dictador muriese asesinado en un atentado en el 1961.

viernes, 23 de enero de 2009

Para los que no conocen la otra Andalucía



Para los que no conocen mi Andalucía, la otra Andalucía, la Andalucía de mi alma, esa que no sale en los anuncios de siempre porque no le interesa a su gobernador de siempre, quizás porque los andaluces seamos siempre los de siempre, los que no levantan la mano, ni tan siquiera su voz, ni tan siquiera sus pensamientos aunque también decirlo, ya lo hicieron en Marinaleda y lo hicieron en Puerto Serrano, ¡¡¡¡¡¡qué lástima!!!!! que esa chispa no hubiese encendido al apagado pueblo jornalero andaluz y así, lo mismo, más del cincuenta por ciento de las tierras de labranza de Andalucía no estuviesen en manos de ese tres por ciento de los propietarios de tierras andaluzas, que irónicamente, ni tienen sangre ni apellido andaluz. Esos mismos que evitaron la revolución industrial en mi Andalucía para que el jornalero siguiese siendo jornalero, para que el feudalismo siguiese siendo feudalismo y para que las tierras siguiesen siendo de los terratenientes.


Andalucía no es sólo mar y playas, costas bonitas y arena blanca, diversión y fiestas, monumentos y toros. Mi Andalucía es la tierra del olvido, la retrógrada entre sus hermanas, es el recreo de los ricos y el cementerio para los pobres. Ya lo dijo un día Blas Infante y así lo escribió, ANDALUCES LEVANTAOS, PEDID TIERRA Y LIBERTAD, quizás aún no sea tarde.

martes, 20 de enero de 2009

¡¡¡¡Qué no vuelva a ocurrir!!!!!!!!

Que no vuelva a ocurrir, que no vuelva, que aquel 6 de Agosto de 1945 se quede como algo que sucedió, un hecho que no debería haber ocurrido y que pasó por la fatalidad de mentes deseosas del poder corruptivo que mueve este mundo. Que no se vuelva a repetir, que no salga otra Little Boy de un bombardero y se lleve con su explosión miles de vidas ajenas al juego letal de jefes de estado que no quieren sino su propio gozo. Que no se recuerde más el nombre del Enola Gay ni de otras máquinas de asesinar por el simple hecho de eso, de asesinar, de masacrar, de aniquilar al pueblo que en definitiva somos siempre los que perdemos, somos siempre los que , sin tener nada que ver, nos llevamos la peor parte. Que se la jueguen ellos, los que se hinchan los bolsillos por enviarnos a la muerte. Que se la jueguen ellos, esos que ponen nuestras casas como dianas donde empotrar sus deseos de poder. Que se la jueguen ellos pero que a nosotros nos dejen en PAZ.

lunes, 19 de enero de 2009

Salvemos el planeta

Una vez leí una carta de un jefe indio Piel Roja al presidente de los Estados Unidos, en 1854, exponiendo las razones por las cuales ellos no podían vender el extenso terreno que los americanos querían comprar. Creo que es el mayor y más bello manifiesto que se hizo a favor de la naturaleza y el medio ambiente, gentes de otro siglo, a los que los blancos llamaban salvajes, que error...., salvajes, nosotros que quemamos nuestros montes, nosotros que echamos toneladas de basura al aire y que hacemos de los ríos nuestro basurero. Salvajes a ellos porque defendieron la madre naturaleza como si fuese eso, su madre. ¿Qué nos dirán o como nos denominarán los hijos de los hijos de nuestros hijos cuando no puedan sentir el aire fresco en sus rostros?, ¿cuando no conozcan el brillo del sol al reflejarse en el azulino mar?, ¿cuando descubran que no sabrán nunca lo hermoso que se hace el rocío cuando lo acaricia el sol de la mañana cayendo de las hojas de cualquier planta?, ¿qué libro les explicará el aroma de la rosa o del jazmín o el suave olor de la tierra recién regada por las precipitaciones?. Posiblemente nunca sabrán el ruido que hace el agua circulando por el río, ni la brisa sacudiendo los árboles, ni los pajarilos sacudirse el frío de la mañana con su aleteo si no ponemos remedio, si no nos damos cuenta de que la tierra no es del hombre, sino que el hombre es de la tierra.

lunes, 12 de enero de 2009

Gaza sangra


Gaza continua sangrando y los poderes políticos del mundo siguen callando. ¿ Qué ocurre con Israel que nadie es capaz si quiera de decirles que no atropellen más al pueblo Palestino? ¿Qué poder ejercen los judíos en el mundo que ni siquiera la" todopodoresa" USA puede cruzarse en su camino?. Tantas preguntas sin resolver como niñ@s han muerto ya por el abusivo ataque sin sentido israelí. Dicen que la historia no es sino una correlación de hechos que se van repitiendo pero lo que ocurrió a los judíos en los campos de exterminio como el de Auschwitz no está tan lejos en la historia como para que ya se nos haya olvidado y se pueda volver a repetir algo parecido. Debemos poner remedio YA, entre tod@s porque de lo contrario Gaza se convertirá en un nuevo Auschwitz.

miércoles, 7 de enero de 2009


Paradores

Si fuese DIOS.............Los Suaves

Ayer, ayer, creo que fue ayer
Ayer, después de seis noches
Ayer después de seis días
Ayer por fin descansé
Y al fin consegui dormir
Y al dormir tuve un sueño
Que como todos los sueños
Como tiene que ser, terminó en pesadilla
Y soñé, pensé, bueno soñé
Dios no lo quiera, soñé que era Dios
Y, si yo fuera Dios, sabes lo que haría...

Si yo fuera Dios,
Las noches tendrían mas estrellas
Viajaría mas a la trierra para intentar ser hombre
Aunque al final me muera un atardecer cualquiera
El lugar, no importa donde...

Si yo fuera Dios
El dilubio aún seguiría
lagrimas que nunca teminan
de asolagar esta ruina
que aburrido, en siete días
fabriqué no hace mucho tiempo
sin saber que hacer, ni lo que hacia.

Si yo fuera Dios
le tendría miedo al tiempo
años sin luches, silencio
carretera sin retorno de los días
descanso de almas sin vida
horas que no se escapan
horas que se suicidan.

Noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, toma mi mano, noche que te vas.

Si yo fuera Dios
Constructor de castillos en el aire
Que despues se llenan de hombres
Que poco a poco ven que sus sueños
Se pierden en los desagues
Alcantarillas del cielo, si
Cloacas del infierno.

Si yo fuera Dios
Voz que tembló cuando se marchó
Dejando la tierra muda
Como una vieja desnuda
Sin nombre, sin recuerdos, sin sepultura
Bueno, se me olvidó, aún le queda la luna.

Si yo fuera Dios
Noche soleada las mañanas se esconden
Escalando al viento
Un problema menos cuando haya muerto
Duerme el sueño, era el tiempo
Risas llenas de lluvia, oh lluvia, que llora la vida.

Noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, hay mi vida como te vas.

Noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas.

Si yo fuera Dios
le pediría perdon al diablo
Lucifer que al nacer así fue llamado
y que por negarse a ser un criado
no serviré dijo y por eso para siempre
al infierno desterrado.

Si yo fuera Dios
nunca podría ser Dios
me marcharía al otro lado de la noche
cansado de mi, cansado de Dios
cansado de hacer sufrir, de vivir
y mas que nada, cansado de estar solo.

Si yo fuera Dios
y tu me pidieras mi vida
quieres saber lo que haría
fijate lo que te digo, escucha, mira
que sin dudar ni un momento
te juro por mi, te juro por Dios
que te la daría.

Noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas
noche que te vas, dame la mano, noche que te vas.

sábado, 3 de enero de 2009

Si pudiera.....

Si pudiera olvidar
Todo aquello que fui
Si pudiera borrar
Todo lo que yo vi
No dudaría
No dudaría en volver a reír




Si pudiera explicar
Las vidas que quite
Si pudiera quemar
Las armas que use
No dudaría
No dudaría en volver a reír




Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca más
Usar la violencia








Si pudiera sembrar
Los campos que arrasé
Si pudiera devolver
La paz que quité
No dudaría
No dudaría en volver a reír





Si pudiera olvidar
Aquel llanto que oí
Si pudiera lograr
Apartarlo de mí
No dudaría
No dudaría en volver a reír









Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca más
Usar la violencia







viernes, 2 de enero de 2009

No dudaría

Carta de desamor




Hola Tere:

¿Sabes?, me resulta extraño dirigirme a ti por tu nombre de pila y no por esos seudónimos que utilizábamos cargados de sensualidad, erotismo y amor pero, claro, sé que tampoco ahora son tiempos de
romanticismo como antaño en los que derrochábamos besos y caricias embadurnadas con palabras tan dulces que, ahora, por el simple hecho de recordarlas, me devuelven de nuevo a esas jornadas paradisíacas junto a ti en las que los días eran fiestas y las noches sueños.
Te preguntarás el motivo de esta carta pero, ¿cómo explicarte lo que me sucede si ni siquiera yo sé realmente lo que me ocurre?. Creo que no es otro que el de alcanzar la penosa libertad de mi alma, que camina asfixiada por el sobrepeso de no saber qué ocurrió para que ese cuento de hadas se esfumara como la niebla con el viento; creo que es la necesidad de dejar descansar eternamente mi corazón, preso hace tiempo tras los barrotes de tu amor, y percibo que no alcanzaré esa desconsolada libertad hasta que no te entregue esta misiva. Sé que ésta es la última oportunidad que tengo para poder decirte lo que soy y lo que quizás pude ser junto a ti, pero no te preocupes, no escribo con la seguridad de convencerte de que cambies ahora, es mucho más que una oportunidad la que he perdido y, si no lo hice cuando pude mirar a tus lindos ojos directamente no lo voy a hacer ahora con estas tristes letras que se ahogan en mis pensamientos.
Leo una y otra vez tus cartas, tantas veces ya, que me sé de memoria los casi treinta escritos que poseo tuyos y que ahora mismo son el único salvoconducto que me queda para saber que toda esta historia no ha sido un sueño apagado con el desvelo de la mañana y aún así no encuentro una explicación a lo que hizo desaparecer nuestro amor.
Dos años luchando clandestinamente por un sueño, sufriendo amargamente por hacer de la vida idealizada juntos una realidad. ¡¡¡ Cuántas lágrimas derramadas!!!, desbordando nuestros ojos y derramándose por nuestras mejillas esperando, impacientes, una única oportunidad para poder ser uno sólo, tú y yo, una sola persona con dos corazones enamorados y cuando ese sueño estaba rozando las yemas de nuestros dedos, cuando tuvimos la ocasión de abandonar el túnel que ensombrecía nuestras almas, cuando vimos que el amor nos tocaba con sus alas del día y abandonaba las de la noche oscura todo se apagó, como lo hace el rayo después de quebrar el cielo, que aparece raudo y cargado de luz para luego quedar en nada. Supongo que nos venció el cansancio y la fatiga del camino tan tortuoso recorrido sin recompensa, pero quedaba tan poco, estábamos tan cerca que con un simple salto hubiésemos pasado la frontera de lo prohibido, caminando juntos y de la mano por los senderos del paraíso.
Hubiese muerto por esa Tere que me regalaba besos sin pedirlo, que me hacía suspirar con sus caricias y me hacía volar hasta el sol y mirarlo de frente cada vez que nos uníamos haciendo el amor. Habría derrotado al mismísimo diablo si con ello hubiese conseguido tu alma en perpetuo amor hacia mí. Pero los senderos del destino son insondables y a nosotros nos llevó por caminos que nos hicieron perder por momentos la llama que, durante tanto tiempo, encendió nuestro amor y nos hizo perecer en la más fantasmal ilusión de tenernos por siempre.
Una cosa debes tener clara en tus pensamientos: aprendí a amarte sin condiciones ni concesiones, aún cuando la vida y mi razón me decían que no podía hacerlo; aprendí a quererte aún cuando el dolor sobrepasaba con creces el ánimo que albergaba mi alma por tenerte algún día; aprendí a amarte aún cuando sólo me ofrecías tu corazón unas horas a la semana, insuficientes para regar todo el amor que corría por mis venas pero me enamoré de ti, como lo hacen las flores preñadas de colores de la primavera, aún sabiendo que el sufrimiento podía acabar conmigo y dejarme como un bosque arrasado por el furor del fuego. Como la noche se apodera y ensombrece todos los rincones de la tierra sin vacilar, como la sonrisa brota en el corazón del enamorado, casi sin darme cuenta me enamoré dulcemente de ti. Me hiciste ver que el amor no son olas que van y vienen irrumpiendo en la orilla sino un extenso mar de aguas tranquilas. Por eso es que te ofrecí todo lo que yo era, todo lo que yo representaba para que esta historia no acabase así; por eso que exprimí todo el jugo de mis fuerzas para no desboronarme en los momentos difíciles; por eso que aposté por ti para que fueses mi compañera y caminásemos juntos por los senderos del amor; por eso que me sometí al sufrimiento de no tenerte aún cuando mi alma exigía tu compañía; por eso que vencí al dolor con el dulce recuerdo de tus besos. Hice de ti mi santuario y de tu amor el elixir de mi vida.
Que nuestra historia quedase en un sueño incumplido es lo que menos deseaba porque sabía que hasta el respirar se me haría complicado sin ti, eras para mí como la luz a las plantas, una necesidad básica para sobrevivir. Estaba tan lleno de ti que ahora me siento como un océano sin agua, como el cielo sin estrellas.
Dicen que el tiempo todo lo sana, que alivia las penas infringidas en la vida pero sé que lo mío no es pena sino gangrena que nace en el corazón y que intenta extenderse por toda mi alma, sé que es una enfermedad que no tiene cura, sé que es la enfermedad del eterno enamorado.
Sólo me queda olvidarte, dejarme llevar por los recuerdos pero, ¿has visto alguna vez a un árbol que ordene a sus raíces no absorber agua?, ¿ a sus hojas que no tomen los beneficiosos rayos de la mañana?, ¿has visto alguna vez a las plantas prohibir a sus flores que broten?. Dime, ¿cómo puedo pedir a mi corazón que te olvide si estás tan dentro de él que sin ti no es nada?. Supongo que cuando la rosa no agradezca las gotas de rocío sobre sus pétalos, cuando no quede de la tierra sino el recuerdo de los bosques verdes, cuando no se oigan cantar los pajarillos anunciando la primavera, cuando el amor sólo sea un juego virtual sin emociones ni sentimientos, sólo, sólo entonces dejaré de amarte.
Creo que ya está todo dicho y escrito. Ahora mi alma vuela libre, siempre libre y eternamente enamorada.

Un soñador.

jueves, 1 de enero de 2009

Mi abuelo




Aún no sé como me presté a aquel absurdo juego de niños. Pusimos un vaso boca abajo, sobre un cartón en el que escribimos el abecedario y los diez primeros dígitos de la numeración. Nos fuimos a la habitación donde murió mi abuelo porque mi primo decía que así saldría mucho mejor. Pusimos un dedo cada uno sobre el vaso y otro primo mío empezó a hacer preguntas sin sentido a un figurado ser que nos escuchaba, todas relacionadas con mi abuelo. No quise prestar atención a aquel hecho, quise desviar la atención y pensar en otra cosa, quise hacerme el valeroso aunque por dentro empezaba a sentir algo parecido a miedo. Sin creer como, el vaso se movió hacia la letra "j". Reprimí ese acto a mis dos primos, porque José se llamaba mi abuelo pero sin poder terminar de abroncarles, el vaso comenzó a moverse de nuevo. Ahora se detuvo en el 7 y luego en el 2. Miré aterrado a los ojos de mis primos y éstos, a la luz de las velas, estaban desencajados, entonces comprendí que ellos no habían movido el vaso. Un escalofrío extraño recorrió mis brazos, haciendo erizar hasta el más minúsculo de los vellos, como una sensación extraña de frío. Recordé a que edad murió y aquel tablero de cartón había acertado. Una ráfaga de viento entró, no sé por donde, porque todo estaba cerrado, una ráfaga que me recordó a el último hálito de vida que mi abuelo exhaló antes de morir. El frío se acentuó y mi corazón se congeló con la habitación ahora en total oscuridad. No podía moverme del miedo, el pánico me inmovilizó. Oí como mis primos corrieron fuera de la habitación. Sentí que todo se quedaba en silencio, y que ese silencio era agónico, quise gritar con todas mis fuerzas pero las palabras se ahogaban en mi garganta. Las velas se encendieron de nuevo y vi que el vaso se movía loco por el tablero. No pude seguir mirando y tapé mis ojos con las manos. Mi corazón quería explotar, lo sentía desarbolado y de repente se quiso parar. Algo frío alejó mis manos del rostro, aunque no sé que es lo que estaba más gélido. Un susurro se alojó en mi oído, ahora tranquilizador, como si conociese aquel timbre y sentí el aliento sobre el lóbulo de la oreja, era la voz de mi abuelo que me decía que mirara. Fijé la vista en el tablero y el vaso comenzó a moverse. C-O-R-R-E. Quise moverme pero el miedo no me lo permitía. Oí tras de mí unas pisadas que se arrastraban pesadas por el suelo y que se acercaban lentamente. Volví la cabeza hacia las pisadas y una gran sombra desfigurada de ojos blancos se abalanzó sobre mí. Desperté al quinto día, en la sala de un hospital, con la cara todavía desencajada del miedo.