domingo, 16 de octubre de 2011

Sonrisa despeinada....












......y siempre pensó que el destino le era tan injusto como lo era la vida con aquellas hormigas que evitaba pisar, camino del parque, en busca del hombre que nunca fue suyo. Y miraba de soslayo a la inmensa luna que reinaba sobre el cielo, mientras su larga melena jugueteaba con el viento, antojadiza, como habían sido todos los caminos por los que había deambulado en la vida, siempre sin una senda clara que llegara al final de su viaje. Y siempre pensó que su sonrisa estaría despeinada por ir en contra del destino y que sus hermosos ojos jamás desprenderían la luz que emanaban cuando lo veía.


Nunca estuvo de acuerdo con su sino hasta el justo momento en el que el hombre que nunca fue suyo dejó de serlo.