domingo, 10 de mayo de 2009

La llamada de Dios


Hizo las maletas con la esperanza de volver algún día a esa misma tierra que la veía partir y con la ilusión de ver a esos mismos ojos que lagrimeaban en su despedida. Sentada junto a la ventana de su pasaporte a una nueva vida despegó de su país y llego al Sur de España. Con un contrato casi firmado y con sus ilusiones repuestas llegó al hotel donde, según su contrato, entraría a  formar parte de una importante empresa dedicada al sector de la limpieza. Llegó al hotel y vio al tropel de compañeras que estarían a su lado en aquellos días de ensueño. Le resultó algo extraño y chocante el tamaño minúsculo de aquel uniforme que le habían dejado sobre su cama. Una nota junto al liliputiense vestido decía que a las cinco debería estar en el salón recibidor del hotel. A la hora indicada bajaba nerviosa las escaleras. Un hombre en el centro de un círculo formado por las restantes trabajadoras hablaba para ellas. Lo único que sacó en claro es que se comenzaba a trabajar a las cinco de la tarde y que serían sesenta euros por visita más tres euros por la sábana y el preservativo. Tres meses ejerciendo la prostitución la llevaron a huir de aquel antro y ampararse en un convento que se hallaba cercano al hotel. Ante la imposibilidad de volver a su país por falta de dinero y papeles, diez días más tarde se hacía monja.

6 comentarios:

  1. Lo que puede inspirar unos mojitos. Muy buena la historia, y muy bien contada, pero espero que a este le sigan más capítulos, ya me has dejado con la intriga.

    Besos.

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  2. Me encanto la historia aunque es muy triste...una triste realidad que viven muchas mujeres en nuestro pais..para poder sobrevivir, besitos amigo mio escribes muy bien...

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  3. Que bonita y triste historia... me he quedado con las ganas de seguir, con el deseo de conocer un poco más...
    En general creo que las decisiones de por vida que se toman en un momento o en unas circunstancias críticas no suelen ser aconsejables, ni favorables.

    Me dejas pensando.
    Un abrazo

    María

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  4. Buen relato, triste como la realidad de esas mujeres.

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  5. Triste pero real, la historia de tantas que creyeron un sueño alcanzar cuando la pesadilla acababa de comenzar...

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  6. He estado dando un paseo por tu espacio y realmente me ha enternecido. "Alguna vez las minorías serán mayorías" yo también creo en ello, los textos que aquí encontré, la música que escuché, las sensaciones que tuve... Todo me ha resultado muy hermoso. Estoy segura que eres una gran persona.
    Recibe todo mi cariño, si lo deseas visita mi espacio y quién sabe si hasta te guste, jeje.
    Un saludo desde las Islas Canarias.

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