jueves, 26 de noviembre de 2009

Equívoco

Equívoco

Un ruido estridente lo dejó sordo. Intentó salir del local oscurecido ahora por la intensa niebla que se produjo y así poder esclarecer sus doloridos ojos, que lagrimeaban como si fuese un niño pequeño al que no conceden un deseo. Serpenteando por el suelo e intentando no zozobrar en el intento, fue dejando atrás aquel frío imperio de mármol toqueteando con sus manos y guiándose con ellas como si fuesen sus ojos. La puerta electrónica se abrió al sentir su mano y se deslizó por los escalones. Sus ojos vidriosos no reconocían más allá de dos metros y, creyéndose libre de los atracadores, se reincorporó buscando un pañuelo en su bolsillo para secar sus ojos. En ese mismo instante una voz le dijo que no lo hiciera. Una ráfaga lo tiró de nuevo al suelo.

5 comentarios:

  1. ... y es que las apariencias engañan

    un abrazo sin apariencias, Tomasson

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  2. Fria sensación sentirse tan atemorizado por el sentirse preso de los atracadores, es tan preciosa nuestra vida y a la vez tan vulnerable!!!me encantan tus relatos mi querido amigo...un abrazo cariñoso

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  3. que buen relato, se podria confundir el pañuelo con una pistola, y por eso haberle disparado.
    enhorabuena.

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  4. Muy bueno, es intrigante desde el principio al fin, y engancha.

    Besos.

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  5. Buen relato como todos los demas que he leido.
    Saludos y que pases buen fin de semana.

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