martes, 21 de junio de 2011


Abrí la puerta con la intención de encontrarla allí. La luz de la habitación se sostenía con un lúgubre brillo que emanaba de una lámpara que había en la mesita junto a la cama, acariciando cada curva que dibujaba aquel cuerpo bajo la sábana. Sabía el peligro al que me enfrentaba si cruzaba el umbral de esa puerta pero el deseo de alcanzar las salvajes sacudidas de aquel cuerpo me hicieron perder el miedo a lo conocido.
Busque la sinrazón que obliga al hombre a claudicar ante la pasión y encontré la razón que hace sucumbir a dos cuerpos sedientos de placer. Me acerqué sigiloso. Quité la sábana que cubría su hermoso rostro y le di un beso en la mejilla. Otro beso buscó la otra mejilla pero zozobró en sus labios. Un mordisco en su cuello abrió la veda de la pasión.
El redoble de mi corazón despertó a la noche y con ella mi letargo. Abrí los ojos y encontré mi mundo vacío, aún con la fresca sensación de haberlo vivido. Supe entonces que sólo fue un dulce sueño.

1 comentario:

  1. O tal vez pasó y soñaste que lo habías soñado, ¿quién sabe? a veces la realidad se confunde con los sueños y algunos sueños en realidad.

    Querido Tommy, comienzo desde cero con un nuevo blog, ya sabes que me gustan los retos jeje.

    Estaré encantada de recibirte con los brazos abiertos en :

    http://unacabaaenelserengueti.blogspot.com/

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